Digo
Gracias
por la mirada habitual
de verdes, de piedras,
de palmeras, de herrajes.
Por el paisaje elegido para el mundo cotidiano.
Por el lenguaje de los símbolos que armamos.
Por la paciencia de tejer sueños.
Por el sonido cerca del agua.
Por el viento en los llamadores y la luz en las ventanas.
Por las risas que invitamos.
Por los tiempos
por la lluvias
por los soles
por los cantos.
Por el ángel convocado…
Diana Alvarez